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Recarbonización de Suelos y Descarbonización de Sistemas Agroalimentarios: Acciones Clave para el Presente Sostenible

Fecha

noviembre 8, 2024

Texcoco, Estado de México, 6 y 7 de noviembre de 2024.- El cambio climático y sus efectos en la agricultura han generado una urgente necesidad de reducir las emisiones de CO₂, el cual representa el 82% de las emisiones globales; mientras que los suelos sanos son el segundo sumidero de carbono más importante después de los océanos. Por lo tanto, la implementación de prácticas agrícolas regenerativas que restauren la salud del suelo es clave para mitigar el calentamiento global.

El CIMMYT, IICA y FIRA han establecido una alianza para abordar este desafío, promoviendo la recarbonización de los suelos y la descarbonización de los sistemas agroalimentarios. En el primer foro titulado «Recarbonización de los suelos agrícolas y descarbonización de los sistemas agroalimentarios», expertos de organismos internacionales como FAO; actores del sector privado como ILBI, Canopia, Boomitra, Banca MIFEL, HSBC México, HEINEKEN México, Kellanova, SYNGENTA, Nestlé, entre otros; del sector público como el gobierno de Chile y EMBRAPA; y de la academia como la UNAM y la Universidad de Oxford, discutieron cómo integrar la ciencia con el conocimiento ancestral de las comunidades rurales para regenerar los suelos y reducir las emisiones.

Diego Montenegro, representante del IICA en México, destacó la importancia de las alianzas estratégicas entre los diversos actores de los sistemas agroalimentarios como un pilar clave en la cooperación técnica internacional. Señaló que estas alianzas son esenciales para posicionar a los productores como actores centrales y utilizar el rigor de la ciencia, la tecnología y la innovación para impulsar la agricultura como parte de la solución ante el cambio climático. “Este foro debería conducirnos hacia la construcción de un nuevo paradigma, una nueva manera de hacer agricultura en México y en el mundo. Traigo un mensaje de optimismo: lo que se está haciendo, aunque aún no a una escala masiva, representa el camino hacia prácticas agrícolas responsables que necesitamos expandir y difundir», expresó.
Subrayó que la agricultura de conservación, el manejo ecológico de nutrientes y plagas, y los análisis físicos, químicos y biológicos de suelos, junto con paisajes vivos y agrodiversos, son prácticas que permiten enfrentar el cambio climático y recuperar la salud de los suelos, para avanzar en la seguridad agroalimentaria de manera sostenible. “Es a partir de estas alianzas, de este trabajo acumulado y coordinado, que lograremos los resultados que todos esperamos en la construcción de un modelo agrícola más sostenible”, enfatizó.

Bram Govaerts, director general de CIMMYT, recalcó la importancia de transformar la agricultura hacia una más resiliente, capaz de adaptarse a fenómenos climáticos extremos. “(…) es necesario transformar el enfoque puramente productivo, que quizás fue el objetivo hace 50 o 60 años, hacia un enfoque de resiliencia. Es decir, pasamos de un enfoque productivo eficiente a uno efectivo y resiliente. La resiliencia significa que podemos adaptarnos cuando enfrentamos fenómenos como ‘El Niño’ o variaciones en las lluvias, como en 2004 cuando la lluvia tardó en llegar y luego llegó intensa pero brevemente. Esta resiliencia es esencial para el sector agroalimentario”, advirtió.

Jelle Van Loon, director asociado del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de CIMMYT, resaltó la necesidad de prácticas regenerativas como el uso de cultivos de cobertura y abonos orgánicos para mejorar la salud del suelo y mitigar emisiones. “La Agricultura Regenerativa no es solo un concepto, es una necesidad imperativa para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del planeta”, afirmó. Durante su intervención en el segundo día del Foro explicó cómo los hallazgos en investigación y los ensayos a largo plazo demuestran los beneficios de prácticas regenerativas, como los cultivos de cobertura y el uso de abonos orgánicos, para mejorar la salud del suelo y mitigar las emisiones de CO₂.

Jesús Alan Elizondo Flores, director general de FIRA, dio a conocer la estrategia de sostenibilidad que esta institución tiene implementada en su día a día, y que se está poniendo en marcha gracias a la red de 88 oficinas locales que se tienen en todo el territorio nacional. Explicó los pilares en los que se sustenta su plan de sostenibilidad: no dañar, hacer el bien e involucrar. Comentó el enfoque agroecológico en sus planes, en los que destacan los servicios financieros adaptados, el uso de biofertilizantes, el uso de nuevas tecnologías, la agricultura ambientalmente sostenible, la gestión del agua, la agroforestería y el fomento de asociaciones y redes, entre otras.

Rattan Lal, Premio Mundial de Alimentación, hizo hincapié en la necesidad de restaurar los suelos, que han perdido su contenido orgánico debido a la degradación. Propuso la creación de “derechos de los suelos” y sugirió una inversión global de $100,000 millones anuales en la restauración de los suelos.
El foro también incluyó testimonios de agricultores como Elisa Muñoz Rodríguez y María Eugenia Rico González, quienes compartieron sus experiencias con prácticas sostenibles y los retos que enfrentan para convencer a otros productores de adoptar estos métodos.

En las reflexiones finales, José Luis Ayala, Coordinador Técnico del IICA México, acentuó la importancia de la acción colectiva y la colaboración para avanzar hacia una agricultura regenerativa y baja en emisiones, que sea fundamental para la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático.
Las alianzas estratégicas entre CIMMYT, IICA y FIRA, junto con todos los actores del sector agrícola, trazan una hoja de ruta para la construcción de la agricultura del futuro desde el presente, una agricultura baja en emisiones, más resiliente, más inclusiva y más competitiva, que produzca alimentos sanos y nutritivos suficientes para la humanidad, y un renovado compromiso colectivo hacia un planeta más equilibrado.

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